Desde Hola Rosa tenemos la oportunidad de haceros llegar un artículo que ha escrito el actor y modelo argentino Tomás Decurgez acerca de lo que es ser actor publicitario. Tomás vive en Los Ángeles y ha filmado más de 150 comerciales y protagonizado más de 100 campañas publicitarias como Adidas, Ray Ban, Martini, etc. Aquí os dejamos el artículo.

La publicidad es una inmensa parte del desarrollo de cualquier compañía, y si bien no es ninguna novedad, se ha convertido con el transcurso de las décadas, cada vez más y más, en el factor crucial para el éxito y el crecimiento de ellas. Tanto es así, que cualquier ciudadano se ve invadido por anuncios publicitarios, constantemente, desde que se sube a un transporte público de camino al trabajo, hasta que apaga su televisor en la noche entes de ir a dormir.
El mundo de la publicidad genera y maneja tanto dinero que cada día, y especialmente desde los años ochenta, más y más gente ha ingresado de alguna u otra manera a este negocio.
La cadena de profesionales es básicamente la siguiente: el cliente (la compañía que quiere crear su nueva campaña) contrata a una empresa publicitaria que tiene Creativos, que desarrollan una idea basada en las necesidades del cliente. Una vez aprobada, esa idea tiene que ser llevada a cabo, y es ahí donde entra la productora de cine. Muchas productoras que se dedican a hacer cine y televisión también tienen su departamento de publicidad y muchas otras son solamente publicitarias, ya que en los últimos años, hacer publicidad es mucho más redituable que hacer ficción. La productora contrata a una oficina de casting, que hará una búsqueda de los talentos (modelos, actores, músicos, etc.). Para ello, contactará con todas las agencias que puedan llegar a tener esos talentos y, tan grande llega a ser esa búsqueda a veces, que los castings para un solo comercial trascienden las fronteras y talentos de distintos países.
Hay que tener en cuenta que, una vez que la campaña (ya sea una gráfica para revistas o carteles en las calles, o un comercial para la televisión) este siendo llevada a cabo, la productora contratara directores de arte, vestuaristas, maquilladores, utileros, editores, etc. En definitiva, la magnitud de profesionales involucrados en el mundo de la publicidad es enorme, y cada año se abren decenas de nuevas productoras, castineras, agencias publicitarias y agencias de talentos.
No es necesario explicar por qué. La publicidad podría decirse que mueve al mundo hoy en día. Basta con buscar un vídeo en YouTube para comprobar que habrá un anuncio al comienzo; las ficciones de televisión, documentales y programas de noticias se financian gracias a los cortes publicitarios, y ese dinero viene de las marcas que todos consumimos cada minuto, de cada día de nuestras vidas.
Casi al final de esa gran cadena de trabajadores, estamos nosotros, los actores y modelos publicitarios. Y nuestra responsabilidad es la de ponerle una sonrisa o nuestros gestos, en tan solo algunos segundos, a aquel producto que nos pongan en la mano. Millones de personas se han unido en las últimas décadas a este grupo de profesionales que trabajamos delante de cámara. Incluso gente que nunca hubiera aspirado a una carrera de actor, e incluso aquellos actores famosos que se convirtieron en celebridades en el cine, luego forman parte de un anuncio publicitario. Como en toda industria, cuando hay mucho trabajo, también hay mucha competencia. Ahora bien, ¿qué significa ser un actor publicitario?
Yo soy un actor que se ha formado para poder hacer cine, teatro y televisión, y por lo tanto soy partidario de que una buena formación y estudios siempre harán a un actor más completo y versátil. Lo curioso es que en los doce años que llevo haciendo esto, me he cansado de escuchar a los directores de casting pedir: “Buscamos a un chico espontaneo, que no sea actor, natural, …”. Y esto es porque la gente ya no compra un producto promocionado por un modelo de Calvin Klein, como en los años 90. Las agencias de publicidad se han dado cuenta de que los productos se venden con comicidad y con protagonistas con los que la gente se pueda ver identificada. El problema de “buscamos a un chico que no sea actor”, es que lamentablemente cada vez más personas que no son actores van a las audiciones. Porque justamente un buen actor es aquel que te hará pensar que no está actuando. Una de las características de la actuación es precisamente hacer creer a la audiencia que uno es un “chico natural, simpático, espontaneo y que no es actor”.
Por eso, y regresando a la pregunta, ser actor en general es conocerse a uno mismo, tu cuerpo, tus gestos y, sobre todas las cosas, entender qué es lo que la gente percibe de uno mismo. Hay personas que naturalmente tienen cara de villano, otros que son más graciosos sin necesidad de hacer mucho, otros que tienen cara de buenos, y por supuesto siempre están los convencionalmente atractivos. Todos conocemos gente así, entre nuestros amigos y familiares. Ingresar al mundo de la publicidad como talento, es aceptar esa fisionomía y utilizarla a favor de lo que este buscando aquel director en ese casting preciso. El resto, como en todo trabajo, es experiencia. Y por supuesto, hay que tener en cuenta que no es fácil, aunque a alguno le parezca, porque todo guitarrista tocó mal la guitarra la primera vez la tuvo en sus manos, y probablemente cualquier bailarín clásico se sintió intimidado la primera vez que se subió a un escenario frente a cientos de espectadores. El primer casting seguramente lo sufrirás, el segundo lo harás un poco mejor y con muchos nervios, y cuando llegues al casting número diez ya no le tendrás miedo a la cámara y probablemente empieces a disfrutarlo.
También es muy importante entender que los actores nos tenemos que acostumbrar a ser rechazados, porque solo en el rechazo reiterado se verán los éxitos. Yo he filmado más de ciento cincuenta comerciales y he hecho otras cien campañas gráficas. Pero para ser elegido en esas doscientos cincuenta producciones, es probable que haya asistido a más de dos mil castings.
Si un talento tiene conciencia de su físico y sabe que eso es lo que le da éxito en las audiciones, entonces ese actor o actriz deberá trabajar su físico y cuidar su figura; pero si un talento es elegido siempre en producciones de tipo cómicas, entonces aquel talento tendrá que seguir explotando esa comicidad y probablemente su capacidad de improvisación frente a la cámara. En el mundo de la publicidad hay lugar para todos: bebes, ancianos, altos, flacos, gordos, deportistas, luchadores, músicos, modelos, etc. Siempre habrá lugar para cualquiera, en el momento preciso. El resto es trabajar duro y confiar en que uno puede.