Esta semana, la Doctora Barba nos trae al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que podamos ver su evolución a lo largo de los años.
No solo son las mujeres las que no se pueden resistir a mejorar su aspecto haciéndose algunos retoques para sentirse rejuvenecidas, borrar el aspecto de cara cansada, enferma o agotada. También los hombres en general, incluyendo a los políticos españoles o internacionales, no quieren que se note el paseo del tiempo en su rostro. Los problemas, la responsabilidad, también desgastan nuestro cuerpo, y un fiel reflejo de ello lo encontramos en la cara.
Un ejemplo de ello podemos apreciarlo en una imagen del 2013 del Sr. Rajoy. Los signos de cansancio son patentes en su rostro, con unas mejillas hundidas por falta de tejido graso en sus pómulos o unas líneas de expresión, como el pronunciado entrecejo y las patas de gallo.
Pero pasados unos años, como podemos ver en esta foto de 2015, el Sr Presidente parece rejuvenecido tras unos cuantos retoques.
Los rellenos faciales y la aplicación de botox son tratamientos mínimamente invasivos por los que optan muchas mujeres y actualmente muchos hombres. Se trata de implantes inyectados que dan volumen a unos pómulos hundidos, rellenan arrugas de los surcos nasogenianos y las comisuras de la boca; de las arrugas peribucales (el llamado código de barras); y arrugas que aparecen en otras zonas del rostro, como en el entrecejo, sobre las cejas, etc.
En cuanto al botox (toxina botulínica), desde que apareció en el mercado, ha sido uno de los tratamientos más solicitados por hombres y mujeres para atenuar los signos de expresión envejecida. La zonas del rostro en las que se suele inyectar la toxina botulínica es en las patas de gallo, en la frente y en el entrecejo.