El diario El Español ha publicado unas informaciones referentes a las mentiras y sospechas que rondan la muerte de la cómica Lina Morgan.
En Holarosa.es nos enteramos gracias al diario que Lina Morgan no murió el 20 de agosto, como se comunicó a los medios de comunicación, sino que lo hizo el 19 de agosto. El citado medio ha podido comprobar que el óbito se produjo en su casa, situada en la Calle Samaria de Madrid a las 10:00 horas de ese día.
La muerte de la actriz fue certificada por un médico de confianza que fue avisado por el chófer de Lina, Daniel Pontes, y una auxiliar que le atendía. Así, no hizo falta que fuera trasladada al Instituto Anatómico Forense de Madrid y por tanto se evitó una autopsia que no se deseaba y un consiguiente conocimiento por parte de los medios. El cuerpo sin vida de Lina Morgan estuvo en la casa durante 24 horas, y solo fue llevado al Crematorio de la Paz (Alcobendas) cuando se hizo público el deceso. Según el citado medio, se desconoce si los restos se incineraron o simplemente se custodiaron.
Daniel Pontes era en ese momento quien tenía el poder de decisión sobre si llevar las cenizas (o el cuerpo) dentro del ataúd en su traslado al Teatro de La Latina de Madrid, en el que se instaló la capilla ardiente. Esta información es otro misterio.
Después de pasar por La Latina, a las 2 de la madrugada del día de autos, el féretro de Lina volvió al crematorio de La Paz. Pero surgen ante esto muchas dudas, como dice El Español, «¿Estaban las cenizas de Lina Morgan en el ataúd? ¿O se trataba del cuerpo 48 horas después de su muerte? ¿Se depositó el cuerpo, o las cenizas, en otro lugar hasta su sepultura?». Todos estos misterios solo pueden ser resueltos por una persona: Daniel Pontes, chófer de la actriz, hombre de confianza y heredero de su fortuna.