Fue la pareja más esperada en la inauguración de la tienda Porcelanosa
Este miércoles 9 de septiembre tuvo lugar en la Quinta Avenida de Nueva York la fiesta más esperada de los últimos años: la inauguración de una tienda de Porcelanosa. Al evento acudieron numerosas celebridades, pero los invitados más esperados fueron Isabel Preysler y su pareja Mario Vargas Llosa. Fue la presentación en sociedad de la pareja del año, que llegó de la mano. El evento suponía su primera aparición pública. Fueron recibidos por Manuel Colonques, presidente de Porcelanosa.

Isabel acudió, como siempre, espectacular y radiante al evento, con un peinado recogido y un traje de alta costura del diseñador español Alfredo Villalba. Un vestido negro de plata con swarovskis y aplicaciones de guipur estampado en la espalda y encajes, que causó sensación.
La pareja se dedicó gestos de ternura, caricias y miradas de amor durante toda la noche en la Gran Manzana y estuvo muy animada hablando con Richard Gere en todo momento.
La marca invitó a 700 personas, de las cuales 50 eran Vip. Entre los invitados se encontraba Alfonso Díez, que cumpliría el sueño de Cayetana de acompañar a la familia de Porcelanosa en esta especial inauguración. Acudió también el ex ministro José Bono y la modelo Nieves Álvarez, acompañada por Nuria González. A ellos se unieron la presentadora Arancha del Sol y Cayetano Rivera, cuya llegada creó mucha expectación, aunque en esta ocasión no fuera acompañado de Eva González por temas de trabajo.



Acudieron rostros muy conocidos de la prensa y de la alta sociedad americana como Chelsea Hilton y su marido; Irina Shayk espectacular con un traje de Versace y Sarah Jessica Parker, quien abrazó a Richard Gere en cuanto lo vio.
Los invitados cenaron todos bajo una enorme carpa para aproximadamente 700 comensales, en la que Porcelanosa consiguió reunir a 80 nacionalidades de distintos países, entre los que se encontraban aristócratas, actores, modelos, representantes del mundo de la cultura y las finanzas, entre otros.

Cada mesa llevaba el nombre de una de las calles de NY, y estaban adornadas con flores blancas. El coctel fue muy español. Se sirvió jamón de pata negra y el menú fue muy elaborado y variado. Comenzó con una sopa fría de tomate, seguido de langosta y ensalada de mango; y de segundo un filete mignon. El postre fue dividido en dos partes, una tarta de chocolate agridulce y una tarta al queso estilo NY.
La fiesta estuvo amenizada por el grupo de jazz Porvenir y el colofón fue el alumbrado sorpresa del edificio con palabras del nobel de la literatura. La tienda de Porcelanosa cuenta con 2.000 metros cuadrados que pudieron visitar los invitados y seis plantas rehabilitadas por el arquitecto Norman Foster, premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2009.