Verónica Albero ©
Al estilo de cuentos de hadas Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa, Bertín Osborne y Fabiola Martínez pregonan su amor idílico, mientras otros menos afortunados como Kiko Matamoros y su hijo Diego traen del recuerdo sus decepciones familiares.
Mario Vargas Llosa lleva tiempo pareciéndose a un personaje de novela. Desde que se ha sabido de su relación con Isabel Preysler, el escritor y Premio Nobel de Literatura, ha protagonizado noticias románticas sobre viajes, cenas y reuniones felices junto a su nuevo amor. Recientemente, la pareja ha ofrecido su primera entrevista en conjunto y Preysler ha disimulado poco su cariño y gran dicha, al declarar que su historia “sería un amor de una buena novela romántica”.
Pero Mario no se ha quedado atrás, pues asegura que ha tenido el “año más feliz de su vida”, justo cuando se encuentra en plena promoción de su nuevo libro “Cinco esquinas”, que saldrá a la venta el próximo 7 de marzo, justo 20 días antes de su cumpleaños.
En la misma tónica de amor feliz, Fabiola Martínez, esposa de Bertín Osborne, se ha manifestado dichosa y sorprendida de cumplir 10 años de matrimonio. En total suman 14 años como pareja y el aniversario casi coincide con la celebración del cumpleaños número nueve de Kike, su hijo mayor y consentido.
Al hablar de cómo se conocieron Fabiola, venezolana de nacimiento, recuerda que fue en la época en que Bertín preparaba su segundo disco de rancheras, para el que hacían casting de modelos. Ella no recuerda haberlo visto en esa ocasión, sin embargo asevera que él ya “la tenía fichada”. También afirma que lo de ellos fue un “flechazo en toda regla”, pues luego de verlo “tan guapo y simpático era muy difícil no enamorarse”.
El amor no siempre es rosa
En una nota menos melosa, se suma un nuevo episodio al drama de la familia Matamoros, un pleito estilo telenovela – de las tristes-, en cuyo último capítulo Diego Matamoros, hijo de Kiko, del programa Sálvame, no ha tenido reparos en afirmar que su padre es “un maltratador psicológico”, en respuesta a las declaraciones de su padre sobre la historia de desamor con su madre, Marían Flores.
Para Diego su madre es una heroína. Una mujer que a pesar de muchas dificultades ha sabido salir adelante, con la ausencia de una figura paterna en la familia. Por eso no es extrañar, que defienda a Marían con uñas y dientes luego de que su padre asegurará que con sus infidelidades “no considera haberle faltado”, pues “la relación se había enfriado”.
En su declaración Diego se muestra triste y decepcionado y declara que para su padre su primera familia no ha tenido gran importancia, pues nunca ha velado por su madre, ni sus hermanos, al punto de deber al menos 80.000 mil euros en manutención, que sabe “no los pagará nunca”.