Una vez más, Gerard Piqué la lía en un bar y de nuevo le llaman «borracho».
Recordemos que la primera vez que pillaron al futbolista con unas copas de más fue en Gijón, Asturias, donde recibió varios insultos por parte de los ciudadanos que se encontraban en la zona. Esta vez, Piqué ha sido pillado en Barcelona, y es que el carácter del futbolista sumado con unos grados de alcohol siempre le trae problemas. Juntos son una bomba de relojería.
Por su parte, su mujer Shakira junto con su manager, se han reunido con él para controlar su carácter, ya que los guardias de seguridad pueden sacarle del local y procurar que el futbolista no sea fotografiado, pero el Gerard ya tiene dos denuncias por enfrentarse a la Policía y a los mossos d’esquadra. El dueño del bar por su parte no parece tomárselo muy en serio.