Recientemente, como os hemos ido contando en Hola Rosa, el estado de salud de Julián Muñoz se ha ido deteriorando poco a poco. Ha estado ingresado durante unas semanas en el Hospital clínico universitario de Málaga y, una vez le dieron el alta los médicos, volvió a la cárcel de Alhaurín de la Torre, donde se encuentra actualmente cumpliendo condena.
Sus hijas, al igual que el resto de sus familiares, piden piedad a la justicia española. Temen por la vida de su padre, que es cada vez más efímera. La familia en estos momentos está muy unida. Maite, aunque esté en prisión, sufre por su ex marido y están llamando a todas las puertas posibles, incluso su abogado hace lo imposible por que le concedan el tercer grado.
Elía, hija de Julián Muñoz, se sentó el pasado viernes en el plató de Sálvame Deluxe para alzar la voz y dar cuenta al público español de la situación en la que se encuentra su padre y sus familiares. “Necesito que mi padre salga ya de la cárcel porque sus nietos necesitan estar con él antes de morir”, pidió la hija de Julián. Con la entrevista pretendía hacer un llamamiento y llegar a las autoridades, pues su padre tendrá que cumplir más de 40 años de prisión y la cuenta atrás ya ha empezado; el ex alcalde marbellí por su parte dice que no quiere morir en la cárcel. «Estoy luchando un montón, muchas veces él tiene ganas de tirar la toalla pero yo no le voy a dejar que lo haga. Voy a tirar de él hasta que salga de ahí y lo haga vivo«, asegura Elia Muñoz.
Elía comentó en el programa: “Si algo le pasa a mi padre, quedará en la conciencia del juez y de la fiscalía, puesto que, por parte de los médicos forenses que emitieron el parte de Ahlaurín de la Torre, no tenemos ninguna queja ya que están haciendo todo lo posible. Los médicos del Hospital Clínico Universitario de Málaga están haciendo todo lo posible pero la justicia está en manos de un juez y de un fiscal que se están oponiendo con todas sus fuerzas, cuando realmente hay gente muy peligrosa en las calles con un tercer grado. Deberian ponerle una pulsera a mi padre para poder dormir en casa y estar con nosotros, su familia, en los últimos meses de su vida. Que España no es el tercer mundo, pero nos están demostrando que no tienen ningún tipo de humanidad”.
Julián lleva más de 41 procesos; «toma 17 pastillas diarias», según Elía, una exagerada cantidad de medicamentos para alguien que vive en prisión. «Es un cadáver, no tiene vida», así de tajante se muestra Elia.
El propio Julián Muñoz ha escrito una carta en la que solicita a la cárcel de Málaga el tercer grado y un permiso penitenciario para evitar que ocurra un «evento fatal de su vida en cualquier momento, es decir, su muerte en la cárcel». ¿Conseguirá su propósito?
