Verónica Albero ©
La Reina de España y el veterano de la tauromaquia encabezan las noticias de la prensa rosa esta primera semana de febrero.
Los protagonistas de las principales portadas de revista esta semana son la Reina Letizia y el torero Fran Rivera, pues aunque en temáticas muy diferentes, han causado interés, robando la atención de las mayorías.
Comenzamos por lo más importante y es que doña Letizia y sus cuidados estéticos dan de nuevo de qué hablar luego de que revelará que, además de seguir la dieta “Perricone” para mantener su delgadez y joven apariencia, otro de sus secretos de belleza consiste en la práctica del Iyengar yoga, “una disciplina oriental que la ayuda a cuidar su salud y mejorar su equilibrio emocional”.
De este modo, doña Letizia demuestra que para lograr una estética los más cercana a la perfección es necesario alcanzar un balance entre cuerpo y mente, de modo que la belleza pueda manifestarse de adentro hacia afuera, y reflejarse en nuestro aspecto.
Al ahondar un poco sobre el Iyengar yoga, tenemos que entre sus beneficios están el fortalecimiento del sistema inmunológico, disminución de las dolencias, trastornos y enfermedades del organismo y fortalecimiento de la estabilidad emocional, la focalización y la tranquilidad mental. Además, reduce la ansiedad, el estrés y la depresión, que en conjunto permiten una mayor sensación de bienestar.
Rivera y su controvertida fotografía
Como segundo tema a la orden de la semana tenemos la polémica protagonizada por Fran Rivera, luego de que publicará, a través de un perfil de red social, una imagen suya mientras toreaba con su hija pequeña en brazos. La osadía del toreador de 45 años de edad, ha generado tantas reacciones negativas entre el público, que la situación ha dado pie a que el Defensor del Menor en Andalucía trasladara el asunto a la fiscalía.
Según el diario El Mundo, Rivera ha calificado de vergonzoso el revuelo desatado por su publicación, y asegura que su hija “no corrió peligro jamás”. En cuanto a las acciones del Defensor ha dicho que hay “problemas serios de verdad” de los que debería ocuparse, como por ejemplo la escolarización de menores o el estado de centros infantiles de cuidados paliativos.